¿CuAnToS MáS?: 3 MuErToS, 25 HeRiDoS y 2 CuLpAbLeS

Celendín llora hoy, con lágrimas de sangre, tres muertos. Precio de la intransigencia y de una falsa voluntad de diálogo.

Protestar no es un delito, protestar es un derecho, el derecho y la libertad de decir que no estamos conformes ni de acuerdo con determinada situación o acción observada. A veces hay gente interesada en convertir la protesta en violencia, eso lamentablemente sucedió en Celendín. Así como sucedió hace años en Bagua.

Cajamarca y Celendín han protestado por un no a la mina en conga, por un si al agua y un si a la vida. El gobierno ha dicho que la empresa minera debe ganarse la confianza del pueblo, misión difícil si tomamos en cuenta los constantes abusos y engaños de la empresa a este pueblo ultrajado mil veces por esta empresa, pero eso no implica que hayan detenido los planes de explotación, estos continúan en ejecución. Por eso el pueblo ha salido a protestar porque aunque se diga que se quiere abrir el dialogo y llegar a acuerdos se mantiene la orden de que "Conga Va Si o Si", esa inflexibilidad es el primer punto que genera la violencia que observamos hoy y las muertes que ambos lados lamentan.

Pero el gobierno central y la empresa privada no son los únicos culpables, también existen otros culpables y son aquellos que azuzan al pueblo e introducen la violencia en las protestas. Esos dirigentes y autoridades locales y departamentales que, no habiendo cumplido adecuadamente con la ejecución de su presupuesto y de las responsabilidades que sus cargos públicos implican, ahora aprovechan el momento difícil para dirigir a un pueblo hacia la violencia.

Ambos bandos tienen su parte de culpa y ambos tienen el mismo interés: Conservar su poder económico y político a costa de la vida y el sufrimiento de un pueblo que está agonizando de tantos golpes y abusos y pide a gritos paz y respeto.Esta batalla no se trata de las lagunas de conga ni de la extracción de minerales en conga, esta batalla es simplemente por ver quien conserva su posición quien tiene más poder y quien se beneficia finalmente de conga. Y el pueblo es simplemente carne de cañón.

Si bien ambos son culpables, la responsabilidad de detener las muertes y heridos depende del gobierno central. El gobierno del presidente Humala debería detener y extirpar de la protesta a esos dirigentes, pero también debería parar toda acción o plan minero en conga hasta llegar a un acuerdo con la población en general.

Nos guste o no nosotros, los limeños, no vivimos en Cajamarca y por tanto no seremos afectados por la contaminación o el robo que se ejerza sobre ese pueblo, como también sabemos que si se explota la mina no veremos un quinto de lo que se obtenga. Así que si el pueblo de Cajamarca, no Gregorio Santos y sus secuaces, quiere conservar su agua y sus tierras tal y como están y no permitir la explotación minera, hay que tomar en cuenta que Cajamarca tampoco tiene muchas vías para salir de la pobreza en la que está, es su decisión.

Pero lo que sí podemos y deberíamos hacer es solidarizarnos con el pueblo y su sufrimiento y decirle ALTO a la violencia, porque la muerte nunca se puede justificar, venga de donde venga esta fuera de compás. ¿Como lo hacemos? protestando, alzando la voz y gritando BASTA YA!!!, porque la protesta es una herramienta que también sirve para para la violencia.



Nota (*): No existe una sola manera de protestar sino miles, infórmate, organízate y protesta por la paz. NO MÁS MUERTES.

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